Bienestar en el trabajo, mayor productividad

Trabajo y felicidad

Hoy en día no basta con las políticas retributivas para conseguir un estado óptimo de bienestar en el trabajo. Son muchos los factores que actúan como obstáculo para alcanzar este bienestar, entre los cuales se cuentan factores preocupantes como el estrés laboral, el acoso, conflictos interpersonales no atendidos, la falta de un buen liderazgo, la pésima gestión de algunas organizaciones por parte de los directivos, la falta de diálogo empresa-trabajador, etc.

Según la VII Encuesta sobre la Felicidad en el Trabajo de 2017 realizada por Adecco, un buen ambiente laboral es el componente más influyente en la felicidad laboral (con una nota de 8 sobre 10 puntos), seguido de cerca por la flexibilidad horaria y conciliación con la vida personal. El tercer factor (manteniéndose aún dentro de los 8 puntos sobre 10) es la figura de un buen líder. A todo esto, sigue la oportunidad de desarrollo de habilidades y de disfrutar de un buen salario. Hay que tener en cuenta que cada vez son más las personas que tienen en cuenta estos factores a la hora de buscar o cambiar de trabajo.

Según Margarita Álvarez, Directora de Marketing y Comunicación de Adecco, la felicidad del trabajador (llamada también «salario emocional«) está adquiriendo una importancia vital a la hora de captar y fidelizar el talento. La VII Encuesta de Adecco sobre la felicidad en el trabajo, ha dejado claro que el nuevo modelo de política de empresa que se focaliza en el bienestar y la felicidad del trabajador, está dejando de ser visto como una moda pasajera y ha ido cobrando fuerza en los últimos años a raíz de la publicación de estudios que vinculan la felicidad del trabajador con una mayor productividad y fidelidad. Pero no sólo nos lo dicen los estudios. Actualmente, hay empresas reales que han notado los beneficios de implementar esta visión más social.

«Un trabajador contento es un trabajador productivo»

La transformación de las necesidades sociales, el cambio en la mentalidad colectiva, el intercambio cultural, etc., son factores que conforman un escenario de evolución constante, el cual obliga a las empresas a tener las capacidades adaptativas necesarias para actualizarse y mantenerse en el éxito. Según Carlos Sánchez, Consultor Organizacional y Agente de Cambio, en este entorno variable «el éxito conlleva adaptabilidad, la adaptabilidad requiere equipos talentosos y estos equipos necesitan personas satisfechas«.

Buena parte de la felicidad y el bienestar del trabajador depende sobre todo de su relación con la empresa y con los diversos factores a los que está expuesto en su actividad laboral. La empresa, pues, debe estar concienciada de la responsabilidad que ello conlleva.

¿Cuáles serían los puntos a revisar para favorecer el bienestar?

• Analizar la situación actual y actuar en consecuencia los resultados. Establecer valores de empresa coherentes.
• Conocer a los trabajadores. No todo el mundo responde igual a los mismos estímulos.
• Potenciar los talentos y habilidades de las personas.
• Buscar estrategias para promover la generación de energía y bienestar, tanto físicos como emocionales.
• Generar oportunidad de aprendizaje.
• Favorecer la transversalidad.
• Promover la confianza.
• Mejorar las relaciones interpersonales
• Gestión responsable

Ampliemos algunos de estos puntos

Analizar la situación y saber qué se quiere conseguir. Actuar En consecuencia los resultados.

Valores de empresa. Se fundamental que una empresa establezca de forma clara unos valores coherentes con los que las personas puedan identificarse, en mayor o menor medida. Un trabajador contento, satisfecho y entregado a una causa que se ha hecho propia, garantiza su máxima atención y esfuerzos hacia esta causa y la defenderá y como si fuera suya.

Evitar las situaciones estrés y la presión. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas, cerca del 60% de los trabajadores españoles trabajan con la presencia constante del estrés, siendo el principal motivo de baja laboral.

En este sentido, la crisis ha golpeado al trabajador de forma contundente. Las empresas se han visto obligadas a hacer recortes, y sus efectos han recaído sobre las personas. Muchos se han visto con las maletas en la puerta de la empresa, y los que han quedado han tenido que asumir su carga de trabajo y/o visto su sueldo recortado.

La figura del buen líder. En el modelo de empresa jerarquizada, la armonía de un equipo depende de la buena voluntad y capacidad de su líder. En algunos casos, las personas que están al frente de un equipo, son aquellas que han ascendido por la profesionalidad que muestras hacia su sector, a veces por su antigüedad, a veces por la cuantía del sueldo, pero no es raro ver una falta de algunas de las habilidades de gestión, empatía, análisis y disciplina necesarias para asumir un puesto de mando.

Hacer equipo. Apostar por equipos especializados, no por individuos, promover la transversalidad. Cada persona es diferente y ha adquirido habilidades propias y distintivas que pueden complementarse con las de su trabajo y cooperar con sus compañeros. El líder adecuado debe conocer a sus trabajadores, escucharlos y empatizar con ellos, saber qué puede exigir a cada miembro del equipo y aprovechar al máximo las capacidades de cada uno. Esto mejorará las relaciones laborales y los trabajadores se sentirán valorados y escuchados, escenario que contribuirá a mejorar su productividad.

La seguridad es otro punto clave. El trabajador talentoso, debe sentir que puede fallar, porque de otro modo no arriesgará, no innovará y, en definitiva, la empresa se estancará. El trabajador debe tener tiempo para aprender, para investigar, para probar métodos diferentes y ganar o potenciar habilidades.

Gestión responsable. La empresa debe ser capaz de gestionarse de forma eficaz en todos los ámbitos, y en cuanto al de los trabajadores, debe ser consecuente y honesta a la hora de administrar el volumen de trabajo y fijar un calendario realista de objetivos. Ya que buena parte de la felicidad del trabajador depende de la relación que tenga con la empresa y su entorno laboral, las empresas deben concienciarse de que tienen una gran responsabilidad hacia ellos.